No mires atrás, y olvidarás.

Siento tu mirada clavada en mi nuca, mientras intento acelerar los pasos y disminuir la agonía.
¿Como pudo terminar todo así? Tu que eras todo lo que amaba en la vida, el que me hacía sonreír en mis peores días y me abrazaba susurrándome al oído: "te amo preciosa y siempre lo haré".
Estaba enamorada de la idea del amor, y quería que todo fuera perfecto, tu mi príncipe azul y yo tu enamorada y caprichosa princesita.
Juntos viviendo en nuestro cuento, donde tu me amabas y yo te pertenecía. Pero poco a poco la historia se borró de las hojas de aquel libro, tan extenso y ahora reducido a nada.
Siempre te guardaré en mi corazón de princesa, pero ahora, solo quiero mirar adelante, sin pararme a pensar en que torció el camino.
Pero tu siempre serás mi joven y apuesto príncipe.