Con la cabeza hundida entre las piernas, rodeadas por mis brazos.
Dejo que las lágrimas broten de mis ojos, expulsando en cada una de ellas el odio y la rabia que sostenía mi corazón, que ahora golpea fuerte contra mis costillas.
Los músculos del abdomen se contraen, obligándote a salir de mi corazón. El dolor es tan fuerte que no puedo contener un grito ahogado y el deseo irrefrenable de cogerte y volver a meterte dentro.
Empiezo a perder el sentido, todo se vuelve oscuro y escucho el tic-tac penetrante de un viejo reloj.
Veo como poco a poco la habitación se hace mas pequeña, siento como cada vez me cuesta mas respirar y cierro muy fuerte los ojos.
Deseo que cuando los abra, todo vuelva ser igual que hace unos días, que el dolor siga oculto, que tu, me abraces y me beses como antes.
Pero cuando los abro, veo mi corazón ennegrecerse y convertirse en polvo, en mi pecho un agujero , mis ojos se han vuelto negros, mi sonrisa a desaparecido y mi piel se va agrietando, cayendo a trozos, no soy más que una muñeca de porcelana...con el corazón extirpado y la mirada perdida, en busca de un "tu" que no volverá.
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