Mi historia de amor (parte 2)

Ni siquiera quise pensarlo,

 por que me venían mil imágenes a la cabeza

y todas eran fantásticas. 

Respondí que sí 

con tanta alegría que no podía creer que te tenia,

que mi sueño imposible se había cumplido,

 que por fin tenía a alguien que

me sabia querer, 

que me valoraba y 

que me aceptaba tan y como era. 

Los dos primeros meses fuimos conociéndonos,

nuestros primeros contactos físicos, 

esos abrazos tiernos que me daban calor,

esas palabras bonitas que, en ocasiones,

conseguían hacerme llorar.  

Vivía en un sueño, 

en el más precioso de los sueños.

Después de verte cada tarde

 solo quería llegar a casa para acostarme 

y verte de nuevo en mi sueños, 

poder ser tuya, 

para siempre...

Un día de abril estábamos solos en el parque,

y hacia mucho frío,

la noche se acercaba, 

había llegado la hora de separarnos, 

me abrazabas tan fuerte 

que sentía tu corazón en mi pecho,

me costaba respirar,

 pero todo cambió cuando poco a poco

me besabas la mejilla, 

beso a beso,

te acercabas a mis labios,

y por un instante el tiempo se paralizo,

 tus labios rozaron los míos,

y me susurraste un dulce

TE QUIERO,

que me paralizo el corazón, 

me lleno de alegría, amor, libertad, pasión... 

mil sensaciones y todas ellas perfectas.

Desde ese día todo fue... 

no hay palabras para expresarlo.

Cada día era único y cada sonrisa un deseo.

Me hiciste llorar con frases como:

-Quiero que seas la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida...

Eras un sueño hecho realidad..